Dicen algunas leyendas urbanas que primeramente se conocía con el nombre de "Los picos". El nombre "Siete picos" fue dado posteriormente, a mediados de los años 1980, ya que una singular pareja japonesa se dio el "sí quiero" de una manera muy extravagante: montados en la atracción. Tras el "puedes besar a la novia" del cura se dieron "7 picos" como manda la tradición nipona.
En una simpática carta de despedida, que ha difundido el Parque de Atracciones madrileño, la propia montaña rusa reconoce que "los tiempos cambian y el Parque ha evolucionado. Yo ya he cumplido el objetivo para el que fui creada y es hora de que me tome mi merecido descando. Hay que dejar paso a las nuevas generaciones", dice.